2.11.08

Dejadles hablar!


He asistido un poco distante, lo confieso, a la polémica que se ha armado los últimos días a raíz de las opiniones vertidas por Sofía de Grecia en el libro de Pilar Urbano.
No pensaba decir nada sobre el tema pero creo también que no podría dejar pasar esta oportunidad para decir cuatro cosas.
Me sorprende la actitud de los periódicos de izquierdas, y hablo en especial de El Plural.com” del que soy asiduo lector cargando contra Sofía y no me sorprende tanto que desde la derecha mediática la inquilina de la Zarzuela se haya convertido poco menos que en una especie de Juana de Arco renacida. Los que ayer se cargaban a su marido (solo hay que oir las diatribas que el tonto de Calanda vierte día si y dia tambien contra Juan Carlos en la emisora del clero), hoy se han convertido en defensores de la libertad de expresión de Sofía.
Lo que si que me sorprende, bueno, no, para decir la verdad, me jode, es que el Gobierno, con su Presidente a la cabeza y el Partido Socialista, no se hayan limitado a hacer unas escuetas declaraciones de tono institucional para fijar posición (cosa que entendería, al fin y al cabo la política es lo que tiene), sino que se esten convirtiendo en una especie de “Mamporreros del Reino” haciendo profesión de fe monárquica de forma permanente.
Compañero Presidente: tu ya sabes, y si no te lo digo, lo bien que me caes y el apoyo que como militante socialista, doy a tu políticas y al enfoque que diste al partido desde que asumiste la Secretaría General, pero creo que te estás pasando, no?. Decía el Divino Groucho Marx, el único marxista con sentido común, aquello de “más vale estar callado y parecer tonto, que abrir la boca y despejar cualquier duda al respecto”. Por favor, Compañero, basta ya de ser el trompetero de la Corona. Cierra ya la boca sobre el tema y dedicate a hacer aquello para lo que te hemos votado millones de ciudadanos, vale?.
Dicho esto, quiero dejar bien claro que discrepo de mis compañeros de la izquierda mediática y también de muchos de mis compañeros republicanos, que estos días se están echando las manos a la cabeza y derrochando rios de tinta, hablando de que si lo de Sofía no puede ser, que si su papel constitucional, que si esto, que si lo otro...
Yo creo que debemos dejarla hablar. Y tanto como quiera, igual que a los otros habitantes de la Zarzuela. Que hablen todo lo que quieran y que opinen sobre cuanto les venga en gana, ya que con el sano ejercicio de su libertad de expresión le están haciendo un favor inmenso a la causa republicana en España.
A mi las opiniones de esta señora me la sudarían si no fuera porqué tengo que levantarme cada día del mundo a las 7 de la mañana para mantenerla a ella y a toda su prole, pero que quereis que os diga, pienso que esto de la República es una carrera de fondo y que la sangre azul cuanto más baje a la arena y se pierda esta distancia entre la corona y el pueblo sostenida por la pompa, la tradición y otras monsergas, tanto mejor. Esta delgada linea divisoria es la que separa el prestigio del desprestigio, y creo que cuantas más veces la crucen mejor para la República, ya que nos guste o no, no es cosa de mañana ni quizás de pasado mañana.
Recuerdo una escena de una película genial que viene a cuento con lo que estoy diciendo.
Se trata de “La Nuit de Varennes” una road-movie ambientada en los tiempos de la Revolución Francesa que narra la huida de Luis XVI de Paris para unirse a las tropas monàrquicas y fuerzas extranjeras y encabezar una restauración absolutista.
Pues bien, Luis Capeto y su familia huyen de Paris disfrazados de plebeyos pero son detenidos en Varennes por un grupo de patriotas.
En los momentos finales de la película, cuando los enviados por la Asamblea Nacional vuelven a Paris con los prófugos, uno de los personajes le pide a la condesa Sophie de la Borde, dama de la corte de Maria Antonieta, que le muestre que guardaba con tanto celo en un paquete que han trajinado durante todo el viaje en diligencia. Y cuando la condesa abre el paquete, resulta que contenía el traje y la capa que Luis XVI iba a utilizar en el momento de ponerse al frente de sus tropas para encabezar la vuelta al absolutismo.
En este momento, uno de los personajes, el periodista y escritor Nicolás Edme Restif de la Bretonne le dice a Thomas Payne, el pensador, político americano y masón: “si el rey hubiera huído de Paris vestido con ese traje, nadie se hubiera atrevido a detenerlo”.
Fin de la historia.
Entendeis de que os estoy hablando, no?

No hay comentarios: